Casa Alfonso, la casa de muchos barceloneses desde 1934
Hablar de Casa Alfonso es hablar de Barcelona: de la ciudad y su gente, de la tradición y sus sabores. La sensación más inmediata cuando comes en Casa Alfonso es la de sentirte parte de una familia, algo que se consigue gracias a la calidez del interior forrado de madera hasta el techo, una antigua bodega convertida en sala para veladas más íntimas, y las paredes llenas de fotografías y láminas con historias que contar acerca de una Barcelona todavía no tan industrializada. Pero también, gracias al trato de Joaquín y Giovanni –y el resto del equipo– que convierten una primera visita en la primera, pero no la última.

Casa Alfonso
Este local destaca por su selección de embutidos y un producto local de primerísima calidad. Los platos, tradicionales pero muy cuidados y con una vuelta de tuerca interesante.
Por eso cuando hay que hablar de croquetas, algo indispensable en la cocina autóctona, en la carta encontramos hasta 12 variedades. Nosotros probamos las croquetas de estofado de rabo de toro, y las de espinacas con queso, a las cuales Giovanni nos recomendó añadir un poco de pimienta al abrirlas por la mitad para disfrutarlas aún más. El vino, tinto y de la casa, conjugó a la perfección con cada uno de los platos.

Carpaccio de vaca vieja Casa Alfonso
Veníamos con la idea de compartir platos y así poder probar más cosas. Esta casa lo pone fácil, porque tiene una infinidad de opciones. Siguiendo las recomendaciones de Giovanni empezamos con los rollos de salmón ahumado con queso mascarpone, y unos corazones de alcachofa con patatas paja, huevo de codorniz y virutas de jamón. No queríamos quedarnos con las ganas de los clásicos serranitos de jamón ibérico. La calidad, indiscutible.

Pisto manchego y butifarra
Le continuó un carpaccio de vaca vieja con virutas de foie y queso manchego, acompañado de salsa de mostaza y miel. Y para no olvidar que estamos en Catalunya, un buen plato de pisto manchego con butifarra. Para acabar, y si eres un amante de las croquetas, tu postre de ensueño se encuentra aquí: croqueta de chocolate, acompañada de helado de vainilla. Antes de irnos, era casi obligatorio tomarse el famoso Alfonsito, la guinda final para redondear nuestra visita.

Croqueta de chocolate
Cuando salimos a comer, procuramos ir a lugares que nos recuerden dónde estamos, de dónde venimos. Aquí encontramos todo eso. Tres generaciones van ya desde que el primer Alfonso García idease una casa de comidas tan emblemática como es ya Casa Alfonso. Alfonso tuvo un hijo llamado Alfonso, y un nieto que con el mismo nombre ha continuado la tradición, manteniendo la idiosincrasia de las buenas cosas que con los años ni envejecen, ni degeneran. Una familia que crece cuando los clientes descubren que es allí donde la sobremesa se alarga, y el jamón es ibérico, y el sabor, el de siempre.
Datos de interés:
Qué: Restaurante Casa Alfonso.
Dónde: C/Roger de Lluria, 6.
Cuándo: L – S 8:00h – 1:00h | Domingos cerrado.
Precio: 25€/pax.
Contacto: en la web
- Casa Alfonso
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