Cómo conocer Barcelona en pocos días
Barcelona es un referente turístico de primer nivel. Desde que las Olimpiadas del 92 pusieron a la Ciudad Condal en el mapa internacional, no ha parado de recibir visitantes y el ritmo no decrece, sino al contrario. En la actualidad, Barcelona es la ciudad más visitada de España y la tercera de Europa, tan solo superada por Londres y París.

De paseo
Ingleses, franceses, holandeses y alemanes ocupan cada día las calles del casco antiguo, la mayoría con sus auriculares conectados para no perder detalle de las explicaciones del guía. Tampoco faltan chinos y japoneses, los más madrugadores, y turistas americanos, que suelen llegar a la ciudad a bordo de impresionantes cruceros.
Barcelona, o Barna, como dicen los catalanes, da para mucho. Para empezar a conocerla bien, haría falta como mínimo una semana y nos quedaríamos cortos. En esos días, veríamos lo imprescindible. Pero nos perderíamos lo más genuino, que es el día a día. La vida en los barrios, las compras en los pequeños comercios, el despertar de los mercados, el vermut de los domingos… son muestras de la cotidianidad barcelonesa que vale la pena conocer.
Pero vayamos a lo práctico. ¿Qué podemos ver en Barcelona si solo tenemos unos días? La agenda será apretada pero, bien organizada, dará mucho de sí.
¿Dónde alojarse?
El turismo que llega a la ciudad suele buscar hoteles céntricos, pero si disponemos de algunos días y queremos huir de las aglomeraciones, la opción más recomendada en alquilar un apartamento en la playa de Barcelona. La zona del Poble Nou es la ubicación perfecta. Está muy bien comunicada con el centro, dispone de una amplia oferta de comercios y restaurantes y permite acceder a unas playas amplias y dotadas de todos los servicios.
La web Lugaris.com, especialista en alojamientos de lujo, dispone de apartamentos a tan solo 200 m de las playas. Los hay para todos los gustos, desde apartamentos para dos personas perfectamente equipados, hasta espacios más amplios pensados para el turismo familiar. Es una oferta muy solicitada por los visitantes de negocios, que buscan confort y rápidas conexiones con todos los puntos de la ciudad.
El Casc Antic
Como suele decirse en Cataluña, si quieres aprovechar el día tienes que «llevar-te ben d´hora, ben d´hora» (levantarte bien temprano). No hace falta pegarse un madrugón, pero es la mejor manera de evitar a los grupos de turistas que a mediodía entorpecen el paso.
La primera recomendación es visitar el centro de la ciudad, empezando por Plaza de Cataluña y las Ramblas. A primera hora de la mañana, las Ramblas tienen un aspecto singular, con los puestos de flores a medio montar, los vecinos que se desplazan y el bullicio del mercado de la Boquería, siempre repleto de color, olor y actividad.
Al bajar por las Ramblas nos encontraremos con diferentes edificios históricos, entre ellos, el Palau de la Virreina y el Gran Teatre del Liceu. Las calles adyacentes, como el Carrer del Carme, también están repletos de edificaciones emblemáticas; vale la pena callejear por la zona y acercarse hasta el MACBA, el museo de arte moderno de la ciudad, con su fachada blanca y su explanada repleta de jóvenes skaters.
Al final de las Ramblas encontraremos la estatua de Colón, el Port Vell y el Maremagnum, una zona de ocio a la que se accede a través de una singular pasarela. Paseando por el conocido «Moll de la Fusta» llegaremos hasta la zona de la Barceloneta, un antiguo barrio de pescadores formado por calles estrechas y plagado de restaurantes de cocina marinera.
Si no queremos adentrarnos en esa zona, podemos dirigirnos a la izquierda y subir por Vía Laietana. Poco a poco conectaremos con el alma de la ciudad, el Gótico, el barrio de la Ribera y el Born, donde se levantan la impresionante basílica de Santa María del Mar y la Catedral. Vale la pena recorrer con calma estas calles empedradas, donde todavía se conversan restos de la antigua muralla medieval.
Modernismo
Barcelona es la capital del Modernismo, el movimiento arquitectónico de finales del XIX que dio origen a monumentos de una gran espectacularidad, como la Sagrada Familia, en la derecha del Eixample, o la Pedrera y la Casa Batlló, en pleno Paseo de Gracia. Buena parte de la ruta transcurre en el distrito del Eixample, diseñado por Idelfons Cerdà, con sus características manzanas en forma de cuadrícula.
En la ruta del Modernismo no puede faltar el Parc Güell, otro obra emblemática de Antoni Gaudí situada al norte de la ciudad.
El Poble Nou, el distrito tecnológico
Barcelona es una ciudad moderna y cosmopolita. Su apuesta por la tecnología la han convertido en lugar de destino para emprendedores vinculados a las nuevas tecnologías, que han instalado su puesto de mando en lo que se conoce como 22@, en el distrito de Poble Nou.
La antigua zona industrial de Barcelona, repleta de tinglados y naves en desuso, es hoy un hervidero de empresas y star-ups relacionadas con internet. Pero no todo es tecnología; las antiguas naves también acogen a numerosos artistas y creadores, que comparten espacio y gastos. Es el coworking barcelonés, cada día más presente en Poble Nou y en diferentes zonas de la ciudad.