Cocina cercana durante todo el día
La cocina de Flying Monkey no es solo cercana de manera literal (tienen una cocina abierta a escasos centímetros de las mesas donde preparan todos sus platos), sino que sus creaciones están hechas con mucho corazón para que notes que estás en casa y que te puedes sentar, relajarte y disfrutar. Son conocidos por sus brunchs, desayunos y bollería, pero su carta de comidas y cenas es igual o más fabulosa.
La filosofía de Flying Monkey es cocinar casi al 100% con ingredientes de proximidad y orgánicos. Todo lo hacen delante de tus ojos o al obrador que tienen en la planta inferior y que vas a poder ver si tienes que ir al baño. Este modo de ver la cocina lo aplican durante todo el día, cambiando la carta para adaptarla a las necesidades de cada momento.
Nosotros fuimos a cenar entre semana y fue una experiencia maravillosa. Vamos paso a paso.
Nada más entrar, te enamoras de la decoración. Si la has visto sabrás por qué. Es un lugar muy abierto, con mucha luz natural gracias a estar rodeado por cristal. Además, el personal es amable como el que más, y te va a recomendar lo que necesites. De hecho, déjate recomendar, tanto para la comida como para la bebida (tienen una carta de vinos exquisita), ya que saben muy bien de lo que hablan.
Empezamos por un aperitivo que normalmente no mencionaríamos: unas aceitunas. Ellos las preparan con feta y nueces tostadas, y hacía tiempo que no comíamos unas tan buenas. Comiéndolas vimos claro que lo que venía a continuación difícilmente nos decepcionaría.
Seguimos con otro aperitivo, un Babaganoush con pico de gallo, melaza de granada y almendras tostadas. Se notan los ingredientes de temporada, ya que tienen un sabor espectacular. Lo que vino después también destaca por su frescura y buena elección de ingredientes: ensalada de tomates dulces del Maresme, con burrata y pangrattato (pan rallado).
Lo que sabíamos antes de ir a Flying Monkey es que hacen unos bocadillos deliciosos, por lo que cuando nos trajeron el Bocadillo de pulled pork con encurtidos y alioli de sumac, teníamos las expectativas muy altas. ¿Cumplieron? Vaya si lo hicieron. La carne no puede ser más tierna, y está hecho con pan de brioche, cosa que le da un dulzor maravilloso. Si solo pides una cosa, que sea un bocadillo.
Y acabamos con un Lemon Pie, o una deconstrucción de lemon pie. Es el postre perfecto para hacerlo bajar todo y terminar con este dulzor ácido tan característico.
Sea cuando sea que visites Flying Monkey, vas a tener una buena experiencia gastronómica y vas a pasar un rato fantástico. Visita su Instagram para ver las novedades de su carta.
Datos de interés:
Qué: Flying Monkey.
Cuándo: L – V: abierto todo el día. S: abierto por la mañana.
Dónde: Carrer d’Amigó, 37.
Precio: 20-30€ por persona (aprox.)