Para los carnívoros más sibaritas
Sin adornos. Sin aditivos. Lomo Bajo (y su hermano mayor Lomo Alto) ponen su foco en la carne, cuidando al máximo todo el proceso hasta su disposición al cliente con el objetivo de ofrecer sabores y texturas sorprendentes. No dudamos que se convertirá en un imprescindible entre los más carnívoros.
El restaurante nació como una nueva apuesta de los responsables de espacios tan conocidos en nuestra ciudad como Bocagrande o El Nacional. Quieren que nos sintamos inmersos en una opción gastronómica que encuentra muchos adeptos. Ayuda la propia decoración, con un interiorismo firmado por Lázaro Rosa Violán (quien ya se encargó en su día de El Nacional), queriendo «incorporar un restaurante dentro de una carnicería». Pequeñas losas blancas, cocina abierta y cámaras frigoríficas a disposición del curioso visitante nos adentra en este contexto. Como contraste Lomo Bajo tiene unos tintes Pop Art, más desenfadado, en comparación con el ambiente de Lomo Alto (situado en la planta superior)
El director de orquesta de este restaurante situado en el Eixample es el chef Carles Tejedor. Se nota que es un profundo conocedor en la materia con un par de objetivos claros: por un lado, divulgar conocimientos acerca de la carne: su maduración, cortes y forma de cocinado; por otro, cuidar al máximo cada pieza que se trata en el restaurante, con una trazabilidad exhaustiva.
El cuidado comienza desde su selección, escogiendo las mejores piezas entre razas tan selectas como la Alistana Sanabresa, Asturiana de los Valles, Avileña, Casina, la Parda Alpina o la Rubia Gallega. Su maduración atiende al tipo de carne, variando desde los 30 días hasta los 18 meses del buey. Éste sin duda es la «joya de la corona» (de hecho se expone una pieza entera en el restaurante) ¡un chuletón llega a costar 220 euros el kilo! Los procesos de control temperatura-humedad y su posterior cocción son claves para que la carne llegue en su máximo esplendor al cliente.
El espacio reservado para Lomo Bajo nos trae su versión fun dinner. Una manera más informal de degustar la misma vaca, buey y ternera cuando los tiempos no son tan sosegados (y más accesible al bolsillo, dicho sea de paso ;-)) En este caso tres son los formatos básicos en los que se presenta la carne: el «Rock & Roll» se sirve en pan ingles, las hamburguesas en pan de Bretzel y los «pepitos» en pan negro.
Por supuesto, las opciones se amplían con las distintas combinaciones propuestas por Lomo Bajo. Todas ellas manteniendo su objetivo de primar la carne y destacar su sabor. Nosotros pudimos probar cada uno de los formatos: el pepito unía la ternera con pimiento del piquillo. Una combinación sin duda clásica, pero sobresaliente gracias a la calidad de la materia prima y al descubrimiento, para nosotros, del pan negro. Probamos asimismo la hamburguesa estrella. La «Suprema», como es llamada, se compone de queso, tomate, lechuga, cebolla a la brasa y ¡carne de buey! (la pieza deluxe del local). ¿Habíais probado un tartar en concepto sándwich? ¡El tartar roll de buey con pan inglés, cebolla crujiente y cremoso de yema de huevo de Lomo Bajo está buenísimo!
Por supuesto también disponen de distintas opciones de entrantes, como sus croquetas de cecina. Finalmente la opción dulce nos llegó a través de su «babá a la birra (en concreto, según nos comentaron, era Guinness) y nata montada«.
Si prefieres llevarte la comida a casa disponen de una opción take away haciendo uso de unas originales cajas con toda la información acerca del producto que saborearás.
Un lugar que sigue la estela de otros locales situados en ciudades de vanguardia como Londres y Nueva York, centrados en presentar en carta carnes de larga maduración. Barcelona no podía ser menos. ¡Habrá que aprovechar la oportunidad! Nos apuntamos probar Lomo Alto en otra ocasión.
Datos de Interés
Qué: Lomo Bajo.
Dónde: Carrer d’Aragó 283-285.
Horario: Lunes a Domingo 13:00h – 23:30h.
Precio: 20 – 25 Euros/pax.
Contacto: Facebook | Instagram | Web | Twitter
Fotos: Raúl Conde