Santa Gula

Casa de comidas

Santa Gula es un restaurante que, bajo el concepto de casa de comidas, ofrece una cocina de mercado de primer nivel. Su oferta gastronómica se basa en ofrecer productos de temporada y su carta va cambiando según la estacionalidad, cada 15 días concretamente. De este modo, la calidad de los platos está más que asegurada ya que los alimentos que van incorporando están en su mejor momento. Aun así, hay platos que son fijos, pero de eso ya hablaremos más adelante.

Decoración interior

La carta se ha elaborado bajo el concepto de compartir platos, no está organizada por entrantes, por carnes o pescados, sino que todo está unificado. Está basada en el estilo de compartir para que todos prueben todo. Una idea creativa y rompedora.

Se podría decir que en Santa Gula se come al ritmo de la estación. Comida fresca y más liguera en verano, y platos más guisados y calientes en invierno. Pero no todo queda aquí, ya que la bebida también está trabajada bajo este concepto. Cada dos o tres meses van incorporando nuevos vinos, buscan aquellos que sean diferentes, ediciones limitadas, ácidos, ligeros, más gastronómicos, naturales, con sabores afrutados…

En Santa Gula encontraréis una gran diversidad de vinos y os aconsejarán, en el caso que no seáis unos expertos, sobre aquellos que mejor pueden acompañar a vuestros platos. Nosotros probamos Nero de Sort · Pinot Noir y quedamos gratamente sorprendidos. Era un sabor totalmente nuevo pero que rápidamente se hizo a nuestro paladar.

Vistas al exterior

La decoración de Santa Gula es al estilo office, la madera es la principal protagonista. Es un espacio diáfano, muy acogedor y pequeñito que transmite sensación de calidez y tranquilidad.

En relación a la comida, nosotros probamos cuatro platos para compartir entre dos personas. Empezamos con una Burrata de Puglia con anguila ahumada y tomates dulces asados. La combinación de la burrata con el tomate dulce era espectacular, 100% recomendable.

Burrata de Puglia (250gr)

Seguidamente probamos Papillote de vieiras al curry verde, coco, lima y citronela. La presentación del plato era realmente curiosa y peculiar, podréis ver la imagen un poco más abajo. El sabor de la combinación de varias verduras con las vieiras era delicioso y la textura especialmente suave. Para tener una visión un poco más global, también decidimos probar carne y algo de pasta. Nos decantamos por el meloso de rabo de vaca vieja al chocolate con topinambur y setas de temporada, la carne era notablemente tierna y nos acabamos el plato en un abrir y cerrar de ojo. Finalmente, los raviolis caseros de setas y gambas con «souquet» al parmesano nos dejaron enamorados. No dudaríamos en probar este plato una y otra vez.

Y si hay algo que tenéis que probar en Santa Gula si o si son sus postres 100% caseros. Aseguro, y no exagero, que ha sido la crema catalana más buena que he probado hasta ahora. La Cheesecake con maracuyá natural también estaba exquisita. Vale la pena dejar un hueco para los postres, son deliciosos.

Postres

En conclusión, la comida de Santa Gula solo se puede definir como espectacular. Se nota que son platos elaborados y que buscan crear las combinaciones más originales y diferentes. Un restaurante para no aburrirse ya que siempre encontraréis nuevas incorporaciones en la carta. Nosotros estamos impacientes para poder volver y seguir probando sus curiosos platillos. Por cierto, no os olvidéis de reservar antes de hacer una visita 😉