Synatras, entre lo «estrambótico» y la tradición
Cerrado permanentemente
En la misma entrada de este restaurante situado en el epicentro de las oficinas del Eixample se lee «estrambòtic«, calificativo otorgado por el mismo diseñador de este espacio, Manel Martínez. Y no es desacertado. La decoración, colorista y ecléctica, aunando vanguardia y espectáculo pero también tradición, se aleja del patrón habitual más sobrio. El nombre de Synatras fue idea de uno de los socios como homenaje al famoso cantante, Frank Sinatra. En este contexto trufado de guiños al mundo del espectáculo e incluso algún toque «daliniano» se suceden platos de factura no tan estrambótica sino muy arraigados a un recetario tradicional y siempre exquisito.

Decoración en la entrada
Como talón de Aquiles y prueba del algodón de cualquier restaurante, nos lanzamos a por las croquetas, en este caso de pollo asado. Finas y elegantes en cuanto al sabor aunque probablemente algo faltas de sedosidad en la textura. Un rebozado no demasiado tosco y una medida de las que se agradecen en una croqueta.

Croqueta de pollo asado sobre plato psicodélico
El segundo entrante fue un canelón de rabo de toro también de medida considerable (sí, también en los canelones se agradece). Al tratarse de una carne estofada uno siempre espera melosidad y una salsa gustosa y un poco trabada. A pesar de que el sabor de la carne era estupendo se echaba de menos esa gelatinosidad tan típica de un rabo que hiciera el relleno más untuoso.

Canelón de rabo de toro
Llegamos al acto principal de este espectáculo con dos actores protagonistas: por un lado un bacalao con calabaza confitada y panceta ibérica y, por el otro, un cochinillo crujiente cocido a baja temperatura.
- Bacalao con calabaza confitada y panceta ibérica
- Cochinillo a baja temperatura
El punto del bacalao era perfecto pudiéndose separar perfectamente las lascas solo con el tenedor. La panceta era de sabor muy potente y bastante graso pero quedaba compensado con el dulzor propio de la calabaza así que el equilibrio del plato está muy bien resuelto. Por lo que respecta al cochinillo, también en este caso el punto era óptimo y muy meloso (seguramente debido a la larga cocción a baja temperatura). Además, esa jugosidad contrasta perfectamente con el crujiente del exterior que concentra mucho sabor.

Tiramisú
Y bajamos el telón de Synatras con un tiramisú. A veces es buena noticia tener poco que decir de algo, este es el caso. Perfecta la crema, el bizcocho húmedo y el punto de licor muy ajustado. Muy rico.
Una apuesta segura y original con una cocina muy bien ejecutada de la que seguramente Frank estaría orgulloso.
Datos de interés:
Qué: Synatras.
Cuándo: MA-SA 8:00 – 16:00 h y 20:00 – 00:00 h (Viernes y Sábados hasta las 3:00)
DO 8:00 – 16:00 h.
Dónde: Carrer d’Aribau 152.
Precio: 25 – 35 € por persona (aprox.).
Contacto: 93 848 94 61 Web| Instagram | Facebook
- Barra de cocktails
- Decoración interior