Croquetas a raudales
Para muchos –y me incluyo-, el Poblenou es un barrio misterioso donde pasan cosas pero no lo parece… Sin embargo, últimamente están aflorando locales que van dándole vidilla, ¡y muy buena! Por ejemplo, hace unos meses te presentamos Sopa, vecino de Catacroquet. Nótese que ambos cuentan con terrazas cada una más envidiable que la otra, especialmente ahora que viene el buen tiempo.
Volviendo al tema, ¿que por qué a nadie se le había ocurrido abrir un restaurante de croquetas? Eso es algo que nunca sabremos, amigos. Dejemos ese misterio para el Saber Supremo del Comer. Por ahora podemos agradecer a las mentes creadoras del Catacroquet por existir.
La idea surgió de un padre aficionado a la cocina que un buen día decidió hacer croquetas experimentales en casa, que vinieron seguidas de un ¡oh, qué buenas!, y de una hija emprendedora que sumó a la carta diferentes platos que fue recogiendo por el mundo en sus viajes. Y así fue como nació Catacroquet, un lugar versátil al que puedes ir de picoteo croquetero o de cena más bien contundente. Actualmente, ese mismo señor es hoy el maestro croquetero chef de Catacroquet.
Obviedades aparte, el curioso nombre de este lugar no alude únicamente a la cata de su producto estrella, sino a la familiaridad del local y al origen de sus creadores –oriundos de Zaragoza, al igual que la expresión “me he quedado catacroquer” que, según entendemos, indica sorpresa-.
Pero bueno, a lo que vamos: croquetas. Croquetas por todas partes. Tantas que el menú del Catacroquet se divide en lo croquetable y lo no croquetable. Y es que en Catacroquet las hay y muchas, y bien grandes, y bien fritas y bien ricas. Y de todo tipo, además. Las hay raras, inventivas, clásicas, saladas y dulces. Sí, habéis leído bien: aquí podéis tomar croquetas de postre.
Nosotros probamos las ceps, butifarra y mozzarella y, gustos aparte, solo podemos decir que cualquier cosa redonda, grande, bien frita y que se puede comer con la mano es deliciosa. Si aún encima combina ingredientes creativos con los apreciados sabores de siempre… Aceptémoslo, nadie dice que no a una croqueta. Ahora, lo no croquetable también está bastante bien, pero nos quedamos con las croquetas, más ricas y más divertidas.
Así pues, Catacroquet se ha adueñado del gran invento español que son las croquetas y les ha dado una chispa internacional e inventiva que las hace aún más irresistibles. En conclusión:
Cocina tradicional de mercado + Toque de reinvención moderna = Catacroquet
Datos de Interés
Qué: Catacroquet
Dónde: Carrer Almogàvers, 211
Horario: M-S 12:00h-24:00h / D 12:00h-17:00h
Precio: 15€-25€/persona o 10,50€ Menú de Mediodía
Contacto: 932 809 059
Web: Catacroquet