Tu casa, en Sants
Sants es un barrio que tiene muchas joyas escondidas, pero para encontrarlas, las tienes que conocer. Hoy te presentamos Macot, un bar de vinos y platillos que se ha propuesto que te sientas como en casa a la mínima que cruzas la puerta. ¿Lo consigue? Vaya, si lo consigue.
En Macot todo está pensado para ser compartido. Es por eso que es el sitio perfecto para una comida o cena informal (pero especial) con amigos o familia. Además, le ponen muchísimo cariño al proceso de selección de su carta de vinos: tienen proveedores que conocen y saben que trabajan bien, mucho vino ecológico, natural y de pequeños agricultores… En total tienen aproximadamente unas 150 botellas que van cambiando según la disponibilidad de las añadas. No dudes en preguntar: seguro que aciertan qué vino te va a gustar más.
Nuestra comida empezó muy bien: Stracciatella, sardina fumada, tomates, piñones y pesto de pistachos. Un plato fresco en el que se nota muchísimo la calidad de los ingredientes que utilizan ya que no van enmascarados de ningún modo. Perfecto para empezar y ver cómo juegan en Macot, vaya.
Después pasamos a un Crudo de corvina, leche de tigre con aguacate, crema de ají y boniato. Si eres fan del pescado crudo y de la cocina sudamericana (como nosotros), este plato te va a encantar. Tiene sabores muy delicados y muy bien combinados.
Los sabores de otoño siguieron con uno de los platos que más nos alucinó: Boniato, crema de parmesano, tocino ibérico Joselito, avellanas y botarga. Es algo que no habíamos comido nunca y ahora no entendemos por qué no se hace más. Excelente. Repetiríamos, pero venían más cosas.
Nos dejamos recomendar por Mercè, el alma de Macot, y pedimos el Bollo de “Sandwich Cubano”, que es una de sus creaciones estrella. Como base tiene un pan de brioche de mantequilla con larga fermentación, con un ligero toque dulce riquísimo que acompaña la carne, la salsa y el resto de ingredientes que hay dentro.
Pocas cosas nos gustan más que un buen arroz, por lo que no pudimos evitar tirarnos de cabeza al Arroz seco de ibéricos Joselito. Es una fina capa de arroz cocinada al punto exacto, que conserva todo el sabor de los ibéricos y que te hace feliz al instante. No exageramos, ya lo verás si lo pruebas.
Para terminar, pedimos dos postres. Primero, un Pastel de queso San Simón ahumado; no tiene un sabor intenso de queso, pero sí que puedes distinguir el toque ahumado que lo hace muy especial. Segundo, el Chocolate con aceite, sal y carquinyolis, todo un clásico catalán que elaboran a la perfección. Los más chocolateros no tendrían que dudar ni un segundo e ir directos a por este postre.
Y cómo no, mención especial a los vinos que eligieron para nosotros: un Arenisca 2021, un tempranillo ecológico de Villabuena del Puente de Cantalapiedra viticultores y un Negre de Batussa, un vino Natural tinto elaborado con trepat en la Conca de Barberà.
Te recomendamos que visites su Instagram para ver la buena pinta que tiene todo y el buen rollo que desprende el equipo.
Datos de interés:
Qué: Macot.
Cuándo: Ma – Ju: abierto para cenar | Vi – Sá: abierto para comer y cenar.
Dónde: Carrer Violant d’Hongria, 150.
Precio: 30-40€ por persona (aprox.)