Experiencia gastronómica 5 estrellas
Abierto hace menos de un año, merece la pena descubrir este hotel de lujo en pleno Eixample. Su restaurante «Somni» es el espacio perfecto para una copa o cena especial en un ambiente refinado con una excepcional relación calidad-precio.
El «Somni» se encuentra en la planta baja del Hotel The One, un hotel de categoría 5 estrellas Gran Lujo perteneciente a la cadena H10. Tras nuestra visita pudimos comprobar que uno de los aspectos que justifican su valoración puede ser su privilegiada situación. Ubicado en el cruce de las calles Pau Claris y Provença, se sitúa a dos pasos del Passeig de Gràcia y es vecino de la singular Pedrera. También añade clase y lujo su interiorismo, firmado por el arquitecto y diseñador chileno Jaime Beriestain (su concept store se encuentra al cruzar la acera).
En cuanto a su oferta de restauración, el hotel ofrece a sus visitantes el «Somni«, situado en la planta baja y con espacios para coctelería, wine bar y restaurante; y el «Mood Rooftop Bar» una privilegiada terraza donde comer o cenar disfrutando del skyline de Barcelona. ¡Incidir que no hace falta que os alojéis en el hotel para disfrutarlos!
En nuestra visita al Hotel The One hicimos parada en su restaurante «Somni» situado a pie de calle. Las intenciones de este lugar son claras: hacer partícipe a su visitante de una experiencia llena de sofisticación y exclusividad, aunque haciéndole que se sienta como en casa. Nuestra sensaciones no se alejaron para nada de este propósito. Paseamos a través de su refinada decoración, creada a través de mármoles de Jordania, coloridos textiles y detalles dorados que proyectan estudiados puntos de luz. Un DJ está presente, aunque discreto, para poner una BSO que mezcla jazz, con otros sonidos instrumentales para crear un fondo suave, relajante y romántico. El restaurante tiene las mesas justas para disfrutar de un servicio personalizado y atento.
El maître nos guió en la carta creada por el chef Miguel Muñoz, quien cuenta con dilatada experiencia en los hoteles H10. Como primeros escogimos unas «Mini verduras y tofu al grill y salsa de romesco» cuya calidad (los productos son de km 0) se aprecia en el colorido de la fotografía anterior. Al llegar a la mesa destaparon su campana, tras haber sido aromatizadas con haya. También probamos un plato de su carta de otoño, la «crema de cebolla, huevo poché, trufa negra, crujiente de pan de especias y parmesano«. Si bien su bonita presentación es imaginable, para su sabor tendréis que acudir al Somni. Eso sí, ¡os garantizamos que estaba deliciosa!
Para el segundo nos decantamos tanto por una de sus opciones de mar, el «Tataki de atún de Almadraba, crema de aguacate, salsa de pesto rojo y cebolla encurtida» como por una de sus opciones de la tierra, «Cochinillo confitado a baja temperatura, compota de granny smith y salsa de regalíz«. Como veis, los platos que escogimos, tan diferentes entre sí, requerían de un buen sommelier. El enólogo del «Somni» superó con nota el reto, sugiriéndonos un vino que sirvió de genial acompañante a todas nuestras opciones.
Para terminar nos ofrecieron este sugerente postre, un trampantojo con el que, jugando visualmente con el cliente, logra hacer unos huevos con beicon a partir de un dulce postre de coco y mango. ¡Genial!
No tenemos dudas de que su terraza se convertirá en una de las imprescindibles de nuestra ciudad (sabemos que entre vosotros hay muchos adeptos). Un escondite donde disfrutar de una comida o de un coctel con vistas privilegiadas a la Sagrada Familia o a las Torres Mapfre.
Un lugar muy a tener en cuenta para esa cena especial y romántica. Y es que encontrar exclusividad, intimidad y buena cocina sin un precio desorbitado suele ser complicado…¡este es el lugar!