Imprevisto, el menú degustación sorpresa
En ocasiones, de entre la maraña que acompaña a una situación negativa, se pueden también desencadenar acontecimientos ilusionantes. Algo parecido a eso pasó alrededor de la pandemia, cuando los primeros esbozos de este restaurante empezaban a configurarse. Cuatro amigos y compañeros de trabajo (en el también barcelonés Caelis), decidieron ponerse el mundo por montera y, a pesar del contexto apocalíptico en que vivíamos (y especialmente el sector de la restauración), emprender una nueva y propia aventura que acabó denominándose muy acorde con su andadura y nacimiento, Imprevisto.
Luca Pinna y Raffaelle D’Avico, al mando de los fogones, se encargan de gestar las invenciones que, como veremos, tendrán claras referencias a la cocina italiana. La también italiana Isabella hace gala de un desparpajo y simpatía en la gestión de la sala sin parangón. Y, el «cuarto mosquetero«, es el ecuatoriano Alberto Jaime León, a cargo de la bodega (la cual merece mención aparte por lo cuidada).
La fórmula de Imprevisto en bien particular. Proponen un menú degustación (de 7 o 10 pasos) completamente sorpresa. Solamente el arbitrio de los chefs y los designios del mercado y la temporada definirán tu menú. Es cierto que, desde hace poco, también puedes pedir «a la carta«, pero la opción de dejarse sorprender por estos chicos se antoja bastante más divertida. De lejos.
Empezamos con unos pani puri rellenos de puré de alcachofa, perfumados con lima y, como primera seña de identidad italiana, la botarga. También curiosa la forma de presentar la ostra: con suquet de pescado de roca y crumble de picada catalana y huevas de trucha.
Pero las influencias de las que beben en Imprevisto van mucho más allá de las fronteras italianas (sin ser un restaurante italiano, por supuesto). Con gran acierto introducen ingredientes, técnicas y preparaciones de otras cocinas y latitudes. Un buen ejemplo fue la berenjena thai en escabeche de zanahoria, vino de Porto, avellanas y guanciale crujiente. Sin duda un plato complejo de ensamblar.
A continuación, una interesante y personal interpretación del steak tartar. En este caso, el tartar no es de steak sino de solomillo de vaca y lo acompañan con su jugo reducido, moras, piñones, hierbas aromáticas, semillas de mostaza y mayonesa de raifort. Una vez más, muchos ingredientes a orquestar y, sin embargo, más allá de un grado de picante que igual no contenta a todos (por lo subido), el resultado es notable y sus elementos no carecen de sentido.
Para acabar con los pases salados, una original forma de acompañar un pescado. Se trató de una corvina a baja temperatura con crema de Parmigiano y apionabo mantecado. Y como último pase salado un magret de pato de raza «Aylesbury» (sí, así se llamaba el pato) con una interesante combinación de un mole crítico, puré de boniato y naranja quemada directamente a la llama. Y finalmente, la nota dulce llegó con un cremoso de gianduja con gel de fruta de la pasión, bizcocho de chocolate y crujiente de almendra.
Por último, pero en absoluto menos importante, quisiéramos destacar también la labor del sumiller, Alberto Jaime León, quien nutre las bodegas de Imprevisto con una sorprendente variedad de registros y referencias para todos los gustos: vinos de corte clásico, pero también naturales, vinos generosos, rieslings, dulces y muchos otros de exquisita selección.
¡Déjate sorprender y disfruta de la cocina y bodega de Imprevisto!
Datos de interés:
Qué: Imprevisto
Dónde: Bailén 104
Precio: Menú degustación 7 pasos: 47 Euros. Menú degustación 10 pasos: 65 Euros.