El pollo a l’ast clásico y el no tan clásico
Que se ponga de moda algo tan tradicional como el pollo a l’ast es una gran noticia. Cada vez hay más restaurantes cuyo concepto gira alrededor de este plato, pero pocos que puedan hablar con tanto conocimiento de causa como Rooster & Bubbles: es el nuevo restaurante de la familia que popularizó esta delicia hace más de 60 años.
Todo empezó en 1962, cuando Joan Casas abrió su rostisseria de pollos en el barrio de Hostafrancs. A partir de aquí, el resto es historia. Gracias a él y a su esposa, Maria Recasens, muchísimas familias adquirieron la costumbre de comprar un pollo a l’ast cada domingo. Y no solo esto, también popularizaron el hecho de acompañar el plato con cava. 60 años más tarde, Marc Martínez, nieto de la pareja, ha abierto Rooster & Bubbles para continuar con esta tradición, dándole un toque contemporáneo fabuloso.
¿Y qué tienen a la carta? Pollo, claro, pero también muchas otras cosas. Nosotros empezamos con un delicioso Hummus de calabaza con pan de pita, aceitunas negras, tomate seco y queso feta. Es perfecto para picotear con una cerveza en mano. También pedimos sus Croquetas de pollo a l’ast sobre las que solo diremos que son todo lo que queremos que sean unas croquetas de pollo… vaya festival.
Y si quieres recordar cómo eran los canelones de tu abuela, pide los que hacen en Rooster & Bubbles. No son pretenciosos, no añaden cosas innovadoras. Son Canelones de pollo a l’ast con bechamel gratinados al horno. Nos estuvo a punto de caer una lagrimilla, ojo.
Lo siguiente fueron los platos principales. Contra todo pronóstico, no pedimos un pollo a l’ast, pero sí Cordero a l’ast con patatas y allioli. Pocas veces hemos probado una carne tan tierna, te lo decimos así de claro. Además, tiene todo el sabor de un producto de calidad. El pollo vino en formato sandwich, acompañado de cebolla encurtida, tomates secos, rábano rojo, brotes verdes y salsa de mostaza miel. 100% recomendable y seguramente nada que envidiarle a los que te hayas comido hasta ahora.
Evidentemente, todo lo regamos con una copa de cava en un vaso Pompadour, como ya lo hacían Joan y Maria en los 60.
Para acabar con un toque dulce nos pedimos un Helado artesanal de avellanas, que hacen ellos mismos, y una Tarta cremosa de queso, que puedes acompañar con una copa de Pedro Ximénez.
No sabemos si se ha notado que nos encantó la propuesta de Rooster & Bubbles. Que no te engañe el hecho que esté en un sitio lleno de turistas (el Born), porque tanto los de fuera como los de aquí van a disfrutar como niños. Te recomendamos que visites su Instagram para ver los platos que ofrecen.
Datos de interés:
Qué: Rooster & Bubbles.
Cuándo: abierto todos los días.
Dónde: Pla de Palau, 12.
Precio: 25€ por persona (aprox.)