Barcelona recibe al año miles de turistas. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, el pasado 2018 las pernoctaciones en la ciudad aumentaron en cerca de un 2% con respecto al año anterior, mientras que las personas que llegaron a la ciudad pero no se quedaron a dormir en ella lo hicieron en un 4,58%.
Los lugares visitados por estos turistas son muy variados y dependen en gran medida de aquello que deseen conocer en el período de tiempo que están en la ciudad condal, que generalmente no suele ser demasiado. En 2017 los lugares más visitados fueron la Sagrada Familia con más de 4 millones de turistas, el Parque Güell con más de 3 millones, y el Museo del FC Barcelona con más de 1 millón. Llama la atención que el museo del conjunto blaugrana ocupe el tercer lugar de este ranking por encima de otros espacios emblemáticos como el Tibidabo o la Casa Batlló, pero la ciudad recibe a miles de seguidores del club que desean ver los entresijos de un equipo que este año está pletórico: con el título de LaLiga casi en el bolsillo continúa con su camino por un puesto en la final de la Champions gracias a su victoria frente al Manchester.
No obstante, como decíamos, no todos los visitantes que llegan a Barcelona buscan lo mismo. Hay quien desea explorar los lugares menos conocidos, aquellos que despiertan en nuestro interior la ilusión de cuando éramos niños. Y no hay nada que desprenda más ilusión, en todos los sentidos, que la magia.
En Barcelona raro es el día o la semana que no hay un espectáculo de magia, pero más allá de ellos podemos encontrarnos con espacios en los que se respira magia de verdad. El Rey de la Magia es uno de ellos. Ubicado en el número 11 de la Calle Princesa, El Rey de la Magia es uno de los locales más antiguos de la ciudad. Fundada en 1881 por Joaquim Partagàs, El Rey de la Magia se convirtió en la primera tienda especializada en la compra y venta de todo tipo de instrumentos y objetos necesarios para la práctica del ilusionismo. En 1984, tras un cambio de propietarios, El Rey de la Magia abrió su propio museo muy cerca de la ubicación de la tienda, en el número 15 de la Calle Junqueras, ofreciendo la posibilidad a sus visitantes de disfrutar de piezas inéditas que los propietarios han ido recolectando a lo largo de los más de 100 años que lleva en pie la tienda. Su visita es posible de martes a domingo (11:00h-14:00h y 16:00h-20:00h) y tiene un precio de 5 euros para los adultos.
Pero si lo que buscabas era un lugar en el que aprender a hacer magia, en El Rey de la Magia no te quedarás con las ganas porque, además de venderte las herramientas imprescindibles para que te adentres en el mundo del ilusionismo y de mostrarte algunas de las más antiguas, también te enseñan a usarlas. Para ello, el equipo que forma El Rey de la Magia realiza diferentes talleres de magia e ilusionismo, tanto para adultos como para niños, y con varios niveles de dificultad. ¡No hay excusa para no ser el próximo Houdini!
No obstante, a pesar de vuestros nuevos poderes adquiridos en El Rey de la Magia va a ser muy difícil que podáis superar de algún modo al mago más famoso de toda la ciudad, y de parte del mundo. ¿Os hacéis una idea de a quién nos referimos? En efecto, hablamos, como no podía ser de otro modo, de Harry Potter. Hace un par de meses ya os comentamos la existencia de Carreró de Muggles, una tienda dedicada en exclusiva a todo tipo de artículos de la saga creada por J.K. Rowling. Pero la magia del “chico que sobrevivió” no se reduce a este local único de las Galerías Maldá. En la Diagonal se encuentra la Cafetería Pudding, un local de dos plantas decorado íntegramente con motivos de Harry Potter. El sauce boxeador, el sombrero seleccionador, la tienda de varitas del Señor Ollivander o decenas de libros de encantamientos recorren las paredes de esta cafetería ideal para visitar en familia, ya que la planta baja cuenta con un amplio espacio de juegos. Eso sí, no esperéis probar la cerveza de mantequilla o el hidromiel de las Tres Escobas, por el momento son delicias reservadas en exclusiva para los parques temáticos del joven mago.
Si después de un buen desayuno o merienda en Pudding todavía os quedan ganas para seguir disfrutando del universo de Harry Potter, os recomendamos la visita a alguna de las escape rooms centradas en este personaje: Prisioneros de Alkabán, En busca de la Piedra Filosofal o Andana 9 ¾ son algunas de las mejores.
¿Pensabais que esto era todo? ¡Pues todavía hay más! Si estáis por otoño en la ciudad, no dejéis de visitar el BCN Witch Market. Durante dos días, generalmente un fin de semana, la sede de la Universidad de Barcelona se convierte en lo más parecido a un Hogwarts moderno, con conferencias, clases de magia, mercados, actividades, una zona de comida y hasta un espacio para practicar Quidditch. Eso sí, las colas suelen ser enormes y los cupos para participar en los diferentes eventos son reducidos así que es aconsejable madrugar y estar a primera hora para coger sitio. O usar la capa de invisibilidad para colarte sin ser visto. Eso lo dejamos a vuestra elección.