Cachitos, o una gran unión entre lo sofisticado y lo tradicional
No nos cansaremos de decirlo. Las zonas turísticas también tienen restaurantes donde se come bien y donde el único objetivo no es engañar al cliente. Difícil, eso es cierto, pero posible. Y uno de los ejemplos que más cumplen esta bonita excepción es Cachitos. Un restaurante sofisticado, tradicional y con platos muy de aquí para personas tanto de aquí como de allá. Un imprescindible que merece la pena probar… y repetir.
Cachitos cuenta con dos restaurantes situados en lugares emblemáticos de la ciudad, como son la Rambla de Catalunya (que es el original) y la Avingunda de Diagonal. Dos locales que comparten algunas características comunes: amplitud y versatilidad. Más de 600 metros cuadrados que dejan espacio para una terraza, espacios privados que seguro ayudan a saldar los mejores negocios, zonas para el buen tapeo o el vermut, y ambientes tranquilos y abiertos donde disfrutar de una cena tanto en familia como en el formato opuesto, cena íntima y romántica.
Y todo gracias a una perfecta distribución de las tres plantas, donde la iluminación y la decoración (firmada por decoradores de renombre en el panorama hostelero barcelonés como Estrella Salietti y Pepe López), juegan un papel clave. Un restaurante funcional, vanguardista y modernizado.
Moderno, como su nueva carta de 2019. Elaborada por el chef Lluís Rosich, la nueva carta del Cachitos continúa siendo fiel a sus orígenes, al mismo tiempo que se sube a la ola de las nuevas tendencias del mercado. Basándose en recetas tradicionales y en el uso de productos de temporada y de proximidad, donde lo ideal es hacerse con un buen surtido de tapas para compartir. Una fórmula que se hace protagonista en Cachitos, donde quieren que el comensal se divierta probando un poco de todo. Aunque a pesar de que solo se trata de una recomendación, ahí van nuestras sugerencias.
La fidelidad comienza a entenderse cuando los ojos salivan de alegría al encontrar los míticos canelones de foie y trufa; un verdadero clásico del Cachitos que continua siendo uno de los platos estrella. Tal agradecimiento se agranda todavía más, si cabe, al contemplar con gula el resto del menú. Encontramos, por ejemplo, una tapa de dados de chuletón a cuchillo con trufa, hecho al punto ideal. O un homenaje a la denominación tartar, con dos buenas opciones como el tartar de atún con guacamole o el steak tartar de solomillo. Ambos, delicados en plato y potentes en boca. Perfecto mientras se espera a que alguno de sus arroces se vaya acabando de hacer. Como la paella de langosta, con la que el gesto de chuparse los dedos debería convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Y el helado… oh my god con el helado. Nada más que añadir.
Todo este festín puede acompañarse de alguna de las 55 combinaciones de sangría que saben preparar en Cachitos. Sí, has leído bien: 55 formar diferentes de tomar una de nuestras bebidas más vejadas en cientos de baretos pero que tanta importancia dan en este lugar. Aunque si el vino y los cítricos no son lo tuyo, Cachitos cuenta con una selecta lista de cocktails y bebidas a la altura de la parte comestible de la carta. Non-stop.
La clave de Cachitos, un restaurante de tapas y platos de toda la vida con un toque vanguardista que le aporte un aroma amigable, de calidad y para disfrutar en cualquier momento y con cualquier compañía.
Datos de interés:
Qué: Restaurante Cachitos
Dónde: C/ de Rambla de Catalunya, 33, Barcelona | Av. Diagonal, 508, Barcelona
Horario: (Rambla) D-J de 12h a 24h /V-S de 12h a 2h | (Diagonal) D-Mi de 13h a 24h / J-S de 13h a 2h
Cuánto: 25 – 35€/pax.
Más info: 932 15 27 18 (Rambla) | 932 52 73 81 (Diagonal) | Web | Instagram
Fotos: ©Raúl Conde