Comida para los disfrutones más irreverentes
Que la gente detrás del Madre y del Chamako abran un nuevo restaurante es motivo de celebración. Malparit es su nuevo hijo, y se suma a la moda (que esperamos que dure para siempre) de locales que se centran en la comida tradicional, pero dándole un toque personal.

Tortilla fea abierta de setas de temporada y gamba roja.
Malparit es dos conceptos en uno. Por un lado, nada más entrar te vas a encontrar una barra preciosa donde hacer un vermut, unas cervezas o un picoteo rápido. Si sigues andando, verás su comedor donde sirven, como dicen ellos, «cocina de chup chup, piezas enteras premium y platillos gastronómicos». Su estilo de cocina lo definen como «castizo catalán» porque la mayoría de platos se basan en la gastronomía de aquí, pero sin cortarse a la hora de hacérselo suyo.
Lo que no se pierde en ninguno de los dos espacios es el sentido del humor canalla (que ya puedes intuir solo con el nombre del restaurante). El local está lleno de frases hechas, expresiones catalanas y dibujos divertidísimos que te recuerdan que no estás en el típico restaurante.
Aunque nos hubiéramos quedado en la barra (tiene un ambientazo), quisimos probar su carta tranquilamente sentados en su comedor.
Croquetas de pollo con sardina ahumada y de txangurro.
Nuestra cena empezó con sus dos croquetas: la de pollo con sardina ahumada y la de txangurro. Las dos son muy sabrosas y nos encantaron, pero si nos tenemos que quedar con una (en realidad no… lo mejor es comer las dos, claro) sería la segunda. «Txangurro» es como llaman el centollo en Euskadi y Navarra, aunque si no lo supieras también lo hubieras adivinado porque son una bomba de sabor.
Antes de ir, habíamos visto su tortilla fea abierta de setas de temporada y ya sabíamos que la íbamos a pedir. No decepcionó. La sirven con gamba roja, cosa que le da un toque de «mar i muntanya» espectacular que nos flipó. Como se nota cuando se hacen las cosas con ingredientes de primera calidad…
Escalopa de foie con anguila ahumada, crema de apio y castañas.
Nuestro plato favorito sin ninguna duda fue la escalopa de foie con anguila ahumada, crema de apio y castañas. Cada bocado es una delicia, y la idea de añadirle el toque dulce de las castañas nos enamoró.
Vieiras con espinacas a la catalana y crema de queso payoyo.
Otro hit fueron las vieiras con espinacas a la catalana y crema de queso payoyo. Es un plato que define bastante bien el estilo de Malparit: en este caso combina diferentes gastronomías a su antojo porque saben que el resultado es espectacular. La mezcla gallega-catalana-andaluza de esta creación es para enmarcar.
Kebab malparit.
Acabamos los platos principales con su versión del kebab. Como te puedes imaginar, no puedes esperarte algo «normal». Lo hacen con carne 100% de cordero y lo acompañan con yogur griego agrio con un toque de cayena. Lo que hacen con el pan también es interesante: no usan pita, sino algo más parecido al brioche.
Trufas con aceite, sal y Baileys.
Teníamos mucha curiosidad de cómo le darían el toque Malparit a los postres tradicionales catalanes. Por eso pedimos dos cosas que están en la mayoría de restaurantes del país: trufas y crema catalana. Las trufas van a encantar a los amantes del chocolate negro. Les añaden aceite y sal, como ya es habitual, pero también un poco de Baileys, cosa que le da un punto de dulzor delicioso.
Espuma de crema catalana acompañada por peta zetas.
A la crema catalana decidieron darle un giro mucho más bestia: hacen una espuma de crema catalana acompañada por peta zetas. Es un postre divertidísimo y muy goloso a la vez que ligero.
Malparit va a gustar tanto a los de aquí como a los visitantes, y esto se nota en que tienen el comedor lleno muchas noches. Por lo tanto, reserva mesa y disfruta. Y si quieres ver más platos de su carta (y babear un poco), pásate por su Instagram.
Datos de interés:
Dónde: Carrer de Còrsega, 253.
Cuándo: LU-DO: comidas y cenas.
Precio: 50€ por persona (aprox.).