La Estrella Michelin más irreverente
Sin paños calientes: de lo mejorcito de Barcelona. Y ya no solo lo decimos nosotros. La prestigiosa Guía Michelin acaba de conceder esta misma semana una Estrella Michelin mas que merecida a este restaurante. Su personalidad, frescura, atrevimiento y sobre todo, el nivel en los platos han acabado siendo decisivos en la adjudicación del máximo galardón gastronómico. Y es que la propuesta de Slow & Low es desacomplejadamente ambiciosa en su búsqueda de la excelencia pero a la vez de un modo divertido alejándose de encorsetamientos y rigideces. Una cocina de altura y a su vez reconocible, sí, pero a la vez muy «punky«.
A la cabeza, sus chefs Frank y Nico nos interpelan con su cocina de autor y viajera en la que plasman sus vivencias, aprendizajes y experiencias en otros países haciendo gala de un exquisito gusto y talento ensamblando el producto y los sabores de toda la vida con los chispazos y contrastes provenientes de otras latitudes. El resultado es una experiencia gastronómica de mucho nivel, muy viajera y extremadamente divertida. Estas son las premisas de las que parten en Slow & Low. Un espacio preciosamente diseñado y muy elegante completan el resto de la experiencia.
Curry verde mediterráneo con tripa de bacalao y rebozuelos, gel de bergamota, germinado de guisante, cilantro y menta
La oferta cuenta con un menú degustación (del que nosotros disfrutamos) pero tienen otras opciones con menos platos si lo prefieres. Nos reciben con un cocktail de bienvenida que ya nos da pistas del tipo de sabores que nos vamos a encontrar: intensos, complejos y con carácter. Una magnifica carta de presentación para lo que viene a continuación.
Aunque con alguna excepción que ya veremos más adelante, la propuesta de Slow & Low está principalmente basada en los productos provenientes de las profundidades marinas. Los dos primeros platos son una bomba de puro océano y yodo. Empezamos con una royale de alga codium con gelatina de dashisoyu, gel de lima y jengibre y berberechos. Alguien a mi lado degustando el mismo plato exclama «me sabe a Cadaqués«. Creo que con esa metáfora queda casi todo dicho acerca este plato. Acto seguido, el segundo plato fue una moluscada con cremoso de aguacate, pico de gallo, navajas, almejas y vieira y sorbete de Clamato.
- Royale de alga codium con gelatina de dashisoyu, gel de lima y jengibre y berberechos
- Moluscada, cremoso de aguacate, pico de gallo, navajas, almejas y vieira y sorbete de Clamato
El que vino a continuación fue contra todo pronóstico a juzgar por sus sencillos ingredientes uno de los mejores platos de la noche: ensalada de tomate Barbastro, sable bretona de queso Comté, helado de queso Herreño y aceite aceite alma del rincón de la subbética. No deja de ser una ensalada de tomate, pero qué tomate y qué forma de tratarlo! La cremosidad y el sabor delicado del helado de queso Herreño (propio de la isla de El Hierro) es muy remarcable. Realmente esta ejecución encapsula a la perfección lo que significa «darle una vuelta» a un plato.
Ensalada de tomate rosa de Barbastro, sable bretona de queso Comte, helado de queso Herreño y aceite alma del rincón de la subbética
En la alta cocina también se come con las manos y es que con algunos platos no existe otra opción válida. Ejemplo de ello fue el taco de alga nori con sunomono, bonito, huevas de tobiko y mayonesa de salsa macha. ¿Qué mejor manera de romper con las ideas preconcebidas sobre la alta cocina? Una gran elaboración muy bien ejecutada. A estas alturas del menú, queda ya muy claro que estos chicos controlan como muy pocos los contrastes de texturas, los balances entre sabores (lo tocan todo: salado, ácido, dulce, picante…). Unos auténticos «malabaristas» de los sentidos del comensal.
Taco de alga nori con sunomono, bonito, huevas de tobiko y mayonesa de salsa macha
Otro hit de la noche fue el curry verde mediterráneo con tripa de bacalao, rebozuelos, gel de bergamota, germinado de guisante, cilantro y menta. Los guisantes frescos de temporada, exquisitos. La melosidad que otorga el pilpil que genera la tripa de bacalao junto con los puntos ácidos de la bergamota son increíbles. Un plato excepcionalmente rico y muy redondo.
Como os anunciábamos antes, también hay cabida para la carne en el menú de Slow & Low. Como último plato salado nos presentan un rissoto de trigo tierno con tataki de rubia gallega salsa de whisky ahumado, café y limón, salsa thai de ostras y ajo frito y berros de agua. Otra exhibición (la enésima) del virtuosismo y la creatividad de Nico y Frank. Puro talento.
Rissoto de trigo tierno con demiglace, tataki de rubia gallega, salsa de whisky ahumado, café y limón, salsa thai de ostras y ajo frito y berros de agua
Y pasamos a los postres. La partida dulce y la gran responsabilidad que suponen los postres corre a cargo de Alejandro Santafé. Nos ofrecieron dos: el primero consistió en un aguachile de piña, butterscotch, piña osmotizada con tequila, crumble con tajín, sorbete de piña, espuma de piña con anís y toques de cilantro. Todo un despliegue de sutiles y elegantes equilibrios dulces, picantes, ácidos y frescor. Perfecta harmonía. Un postre realmente maravilloso.
El segundo de ellos, más lácteo y muy diferente al primero, fue una crema de tocinillo de cielo con miso blanco, nibs de cacao con polvo de café, caviar de café, bizcocho de caramelo tostado y ron, helado de sobao y papel de cacao. Aquí encontramos otro tipo de matices más cremosos y lácteos pero igualmente exquisitos. En ambos casos se trata de postres con muchas aristas y matices que esconden detrás muchas elaboraciones y muchísimo trabajo.
- Aguachile de piña, butterscotch, piña osmotizada con tequila, crumble con tajín, sorbete de piña, espuma de piña con anís y toques de cilantro
- Crema de tocinillo de cielo con miso blanco, nibs de cacao con polvo de café, caviar de café, bizcocho de caramelo tostado y ron, helado de sobao y papel de cacao
Acabado el festín al finalizar la noche y sentado en la barra del chef (justo enfrente de la cocina abierta), converso con Nico sobre el menú, gastronomía en general y los planes de futuro del restaurante. De repente, coge una libreta de una estantería y, en confianza, comparte conmigo la descripción de platos que tienen en mente y que son potenciales candidatos a entrar en el menú de Slow & Low en cualquier momento. Lo que me cuenta pinta bien, realmente muy bien. Muy en la línea del restaurante y su propuesta.
Con esa ebullición de ideas no cabe duda de que va a haber show para rato. De momento, la primera Estrella ya brilla en el firmamento de Slow & Low.
Felicidades a Frank, Nico y todo su equipo!
- Cocktail de bienvenida
- Aperitivos de bienvenida
- Espárrago blanco con salsa bearnesa
- Petits fours
Datos de interés:
Qué: Slow & Low.
Cuándo: MA- SA: 13:30 – 15:00h y 20:30 – 22.30h | DO – LU: Cerrado.
Dónde: Carrer del Comte Borrell, 119.
Precio: Menú degustación Slow & Low (14 elaboraciones): 85€ (a partir del 17 de enero de 2023 será de 95€) o 140 € con maridaje . Este menú está sujeto a la estacionalidad y la oferta del mercado.
Menú Slow & Lunch (solo de martes a viernes a mediodía – 5 platos, postre y bebida): 55 €
Contacto: 936 25 45 12 | Email