La cocina catalana más elegante
Lo mejor de la cocina catalana y de producto local se reúnen aquí, en Windsor. Ubicado en la calle Còrsega, en pleno centro de la ciudad condal, encontramos este restaurante que ocupa los bajos de un elegante edifico modernista al que se accede a través de una portería señorial. Techo de molduras, barra con una iluminación cálida y flores frescas es lo que encontramos al pasar el vestíbulo. Una decoración elegante y clásica, pero con toques modernistas y acogedores. Ah, y tienen un Sol Repsol, así que poca broma.
Arroz cremoso de cabeza de la gamba roja con emulsión de mayonesa.
La distribución del espacio es versátil. Aunque disponen de varias salas para reuniones más privadas y discretas, pueden adaptarlas según nuestras necesidades; convertirlo en un lugar más diáfano, ampliar el espacio y demás. También tienen una acogedora y bien decorada terracita que es perfecta para disfrutar de los días de buen tiempo. Envuelta de adornos florales y con un ambiente cálido y cómodo, nos permite olvidarnos del ajetreo que a veces supone vivir en una gran ciudad.
Nosotros fuimos una noche a cenar y elegimos el menú degustación, la mejor manera de entender un restaurante. Los platos que comimos nosotros pueden no ser los que te encuentres tú, ya que los van cambiando según temporada, pero estamos seguros de que serán igual de espectaculares. Además, añadimos la opción de maridaje, que nos hizo descubrir vinos realmente especiales que combinaban con la comida a la perfección.
Sardina ahumada con puré de remolacha.
Empezamos con una Sardina ahumada con puré de remolacha, un aperitivo sencillo que ya deja entrever el respeto que le tienen a los productos frescos y de proximidad.
Le siguió un Arroz cremoso de cabeza de la gamba roja con emulsión de mayonesa. Es uno de estos platos de los que te comerías tres o cuatro raciones. Es una bomba de sabor que deleitará los amantes del marisco. Está cocinado al punto perfecto y sí, hay pan para rebañar hasta el último grano.
Ensalada roja con tomate, cebolla morada de Figueres, fresa, frambuesa, salmorejo, caviar de aceite y un toque picante.
Después nos trajeron la Ensalada roja con tomate, cebolla morada de Figueres, fresa, frambuesa, salmorejo, caviar de aceite y un toque picante. Es uno de los platos que más nos gustó. Puede parecer una cosa sencilla de hacer, pero conseguir que una ensalada se te quede grabada en el cerebro (teniendo en cuenta que todos los platos están para chuparse los dedos) es dificilísimo, y ellos lo consiguen.
Rape con porros, mejillones, berberechos, curri verde y espirulina.
Llegó el momento del pescado con el Rape con porros, mejillones, berberechos, curri verde y espirulina. Todos sabemos que el rape no es un pescado fácil de cocinar, ya que cambia su textura muy rápidamente. Como puedes intuir, en Windsor lo hacen a la perfección, dejándolo tierno, pero suficientemente firme como para cortarlo con cuchillo. Los acompañamientos están muy bien escogidos porque respetan el sabor del pescado, añadiéndole un toque muy personal de la casa.
Canelón de cochinillo con crema de parmesano, reducción de cochinillo y trompetas de la muerte.
La parte carnívora del menú vino en forma de Canelón de cochinillo con crema de parmesano, reducción de cochinillo y trompetas de la muerte. Solo con el nombre del plato ya puedes imaginarte el festival que se producirá en tu boca cuando te lo comes.
Cremoso de limón con deshielo de albahaca, piña y crumble.
El gran menú degustación incluye dos postres, uno más ligero y la traca final. Primero nos trajeron un Cremoso de limón con deshielo de albahaca, piña y crumble, su versión del sorbete de limón que se acostumbra a servir para limpiar las papilas gustativas y prepararte para el dulce. Está tan rico que si el menú se hubiese terminado aquí, nos hubiéramos ido a casa contentos. Pero, claro, lo que vino después nos dejó aún más gozosos.
Cazuela de chocolate caliente, anís y coco.
Lo último que nos trajeron fue una Cazuela de chocolate caliente, anís y coco. Es un postre que, según la carta, los chefs tardan 15 minutos en preparar. Cuando te llega, entiendes por qué. Lo hacen al momento, uno a uno, y esto hace que quede súper esponjoso. Es de chocolate negro, por lo que va a gustar a los amantes del chocolate intenso y no tan dulce.
Aparte del menú Windsor y el Gran Windsor, que recogen lo mejor de su carta habitual, también tienen otras opciones de menú muy interesantes. La que más nos llamó la atención fue el Menú Barcelona, que recupera los platos más típicos que se comían durante el siglo XX en nuestra ciudad. Otro de sus menús que más salida tienen es el Tradicions, su opción de mediodía. Dependiendo de la temporada, también tienen el menú del Guisante del Meresme (febrero y marzo), el de la Alcachofa, la trufa y la caza (enero y febrero) y el de la Escudella (otoño e invierno).
Te recomendamos seguirles en Instagram para saber cuándo puedes comer sus menús de temporada y deleitar tus ojos con sus platos deliciosos.
Datos de interés:
Qué: Windsor.
Cuándo: Lu – Do: comidas y cenas.
Dónde: Carrer Còrsega, 286.
Precio: Windsor: 65€ | Gran Windsor: 95€ | Barcelona: 55€ | Tradicions: 39,90€. Consultar otras opciones de menú y carta.