¿Ideas para redescubrir Barcelona?
Todos sabemos que Barcelona es una de las ciudades más visitadas del mundo, pero no todos los turistas que llegan a la Ciudad Condal, incluso los propios locales, conocen algunos de los grandes rincones que esconde la ciudad.
En este artículo, Carlos y Cristina del blog de viajes dosmochilasenruta.com, nos recomiendan 10 lugares poco conocidos de Barcelona, y que por lo tanto podremos conocer tranquilamente sin la necesidad de estar esquivando turistas.
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Índice de contenidos
Plaça de San Felip Neri
La Plaça de San Felip Neri se encuentra en pleno corazón del Barrio Gótico de Barcelona, rodeada por algunos de los monumentos arquitectónicos más importantes como la Catedral y el Palacio de la Generalitat de Catalunya entre otros, por lo que es sorprendente que pase desapercibida ya no solo por los turistas, sino también para la gente local.
Aquí se encuentra la iglesia de San Felip Neri, construida a mediados del siglo XVIII y que le da nombre a la plaza. En la fachada de la iglesia todavía se puede ver las marcas de los impactos de metralla a consecuencia del bombardeo aéreo que tuvo lugar en el año 1938. En ese ataque perdieron la vida más de 40 personas que se refugiaban en el subterráneo de la iglesia. Después de su restauración años más tarde, se dejó la fachada en su estado original para recordar aquel oscuro episodio.
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Iglesia y claustro de Santa Ana
Situada a escasos metros de la Plaça Catalunya, se esconde la iglesia de Santa Ana, que forma parte de un antiguo monasterio fundado a mediados del siglo XII por unos monjes de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén. Después de unas reformas en los siglos posteriores, hoy en día se puede apreciar sus elementos de estilo románico y gótico. Gracias a su importancia histórica, en el año 1881 la iglesia fue declarada Monumento Nacional, y años más tarde Bien de Interés Cultural.
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El Born Centro de Cultural y Memoria
Desde el año 1876, y durante casi 100 años, este edificio de estilo modernista fue el antiguo mercado del Born, también conocido como el mercado del barrio de la Ribera. El edificio en sí ya era una obra maestra de la arquitectura, con su estructura de hierro y vidrio, y fue declarado como Bien de Interés Nacional.
La sorpresa fue durante unas excavaciones en el año 2002, encontraron estos yacimientos arqueológicos del siglo XVIII que habían estado ocultos bajo el mercado durante años. Estos restos pertenecen a lo que quedó del antiguo barrio de la Ribera tras la derrota en la Guerra de Sucesión en el año 1714. Después del gran hallazgo, este espacio se convirtió en un museo conocido como Centro Cultural del Born, donde se expone la vida de la ciudad durante el año 1700.
Este espectacular hospital construido a principios del siglo XIX fue obra del gran arquitecto español Domenech i Montaner. Se trata de uno de los complejos arquitectónicos modernistas más grandes de Europa, y ejerció como uno de los principales hospitales de Barcelona durante más de 80 años, hasta que decidieron trasladarlo a otro edificio mucho más moderno. Actualmente el recinto modernista de Sant Pau alberga exposiciones culturales, y se puede visitar por libre o con visitas guiadas. En el año 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Aunque en los últimos años este lugar se ha hecho cada vez más conocido, todavía no son muchos los turistas que llegan hasta este mirador, sino más bien la propia gente local de la ciudad.
Aquí se encuentran los restos de una batería antiaérea que se instaló para proteger la ciudad de Barcelona durante la Guerra Civil Española. Terminada la guerra, este espacio quedó abandonado, y en la década de los años 40 se construyó un barrio con un centenar de barracas conocido como “Los Cañones”, donde vivían alrededor de 600 personas, aunque en muy malas condiciones, hasta que desapareció en el año 1990.
Los bunkers del Carmel se ubican en la cima del Turó de la Rovira, a unos 260 metros sobre el nivel del mar, y regala a todo el que va unas increíbles vistas panorámicas de la ciudad de Barcelona. Vale tanto la pena ir por la mañana con un buen día soleado, por la tarde para disfrutar del atardecer, o esperar a la noche y ver toda la ciudad iluminada. Está muy cerca del Park Güell, por lo que puedes aprovechar para visitar los dos sitios.
En Barcelona también se excavaron distintos refugios antiaéreos que permitieron salvar muchas vidas durante el periodo de guerra entre los años 1936 y 1939. Hoy en día todavía se conservan los restos de algunos de estos refugios, e incluso están abiertos al público para que se puedan hacer visitas guiadas.
Los dos más conocidos son el refugio de la Plaça del Diamant, construido a 12 metros bajo el suelo, y que cuenta con 250 metros de longitud y una capacidad para más de 200 personas, descubierto a raíz de unas obras en el año 1992. El otro es el refugio 307, que se encuentra en la calle Nou de la Rambla 169, y cuenta con unos 400 metros de túneles en los que todavía se pueden apreciar varias estancias.
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Torre de Collserola
Otro de los miradores más icónicos de Barcelona, pero poco visitados es el de la torre de telecomunicaciones de Collserola, situada en la cima de la montaña que le da el nombre. Esta enorme torre levantada entre 1990 y 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tiene una altura de 288 metros, lo que la convierte en la estructura más alta de Cataluña. Uno de sus atractivos es el mirador que tiene en la planta 10, a 115 metros de alto, desde donde se puede observar toda Barcelona a vista de pájaro.
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Monasterio de Pedralbes
El Monasterio de Pedralbes es uno de los mejores ejemplos del estilo gótico catalán. Cuenta con una iglesia y un monasterio fundado ya en la primera mitad del siglo XIV, para que habitaran las monjas de clausura de la orden de las clarisas. Entre los atractivos de este lugar, destaca su gran y bonito claustro de tres pisos de altura y 40 metros de largo.
En el año 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico, y actualmente forma parte del Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona, donde se pueden ver una colección de piezas, pinturas y otros objetos relacionados con la vida monástica.
En la montaña de Montjuic, entre el Castillo y el Estadio Olímpico, se encuentra el Jardín Botánico, inaugurado en el año 1999. Ocupa una extensión de 14 hectáreas, y es una de las zonas verdes más grandes de la ciudad, donde se pueden encontrar plantas mediterráneas de todo el mundo. Además de ser uno de los mejores lugares para desconectar de la frenética vida del centro de Barcelona, también se puede disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas.
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Teatro Griego
También situado en la montaña de Montjuic, se encuentra el Teatro Griego, y a pesar de que muchos puedan pensar que se trata de una antigua construcción de hace varios siglos, fue inaugurado en el año 1929 con motivo de la Exposición Internacional celebrada en Barcelona.
Este lugar acoge numerosas obras teatrales y musicales que se engloban dentro del conocido Festival Grec que se celebra en verano. El teatro también está rodeado de bonitos jardines que invitan a dar un tranquilo paseo.
No te pierdas este artículo sobre qué ver en Barcelona si quieres conocer otros muchos lugares interesantes de la capital catalana.